Por Florencia Ramos

Un cálido sábado por la noche en Fiske Menuco, General Roca. Un 23 de septiembre. El Club de Arte El Biombos abre las puertas al humor en forma de títeres. Títeres para adultos. “El circo de los mendicantes” se llama la obra y es una propuesta del Teatro de Tersites, que arribó a la ciudad desde Buenos Aires.

Una escenografía tan pobre como sus personajes: cajas de cartón y bolsas alrededor. Los mendicantes, los mendigos, nos alejan de los estándares de belleza y de consumo. Historias de quienes no tienen ni para comer. “Una moneda, por favor” nos piden, nada más. La miseria que transita tantas calles de tantas ciudades se sitúa ahora sobre un escenario. Imposible contener la risa ante lo absurdo, ante sus tragedias tan lejanas y tan cercanas a la realidad de sus espectadores.

Durante la realización, circulan por el escenario mendigos de formas e historias muy diversas. Un rocanrolero, una vidente, un ciego y más. Fernando Ávila impecable, lleva todos los personajes en sus manos y en su voz. Él, Tersites, muta en cada títere, a quienes les da vida y forma. Sólo un joven y sus muñecos nos envuelven en una ficción que riñe la desdicha. El texto, la dirección y la interpretación son realizaciones también de Ávila.

Esta obra no sólo manifiesta un rechazo hacia la pobreza y la desigualdad. Estos muñecos nos empujan a reflexionar acerca de la verdad que nos pasa por al lado y tantas veces ignoramos. A través del humor, “El circo de los mendicantes” funde en su espacio distracción e introspección.