La canchita

Por Mayra Díaz

Iniciaba el año 2001 cuando un matrimonio joven con tres hijos pequeños tomó la decisión de volver a “sus pagos”. Después de dos meses, finalmente se instalaron en su querida Villa Regina conocida como “La Perla del Valle”.

Desde el auto, la familia observaba las luces amarillas de las calles, mientras se dirigían al departamento que sería su nuevo hogar. Un barrio repleto de altos edificios naranjas, con escaleras grises y un rejado bordó, estaba frente a ellos. Los niños entusiasmados por las alturas no dudaron en subir atropellados por aquellos escalones.

Con el pasar de los días, el hijo mayor de aquel matrimonio, hizo amistad con los niños vecinos de la “Entrada 7”. Amantes de la aventura, invitaron al pequeño a “la canchita”, un lugar en planta baja que se encontraba frente a los altos edificios naranjas, con tres palos unidos que formaban un arco para jugar a la pelota. Un lugar que por muchos años vio crecer a decenas de chicos… un lugar que fue testigo de risas, llantos, abrazos de gol, gritos, y también de conversaciones entre amigos.

Pasaron los años, los chicos de la “Entrada 7”, iniciaron su adolescencia, y su gusto o diversión principal ya no era aquel lugar de tierra, con algunos yuyos largos, donde la pelota de fútbol no dejaba de rodar, y del cual muchas veces no querían irse.

Un día, hombres con camisetas blancas, jeans viejos y zapatos de albañil, comenzaron a limpiar aquel lugar. Los vecinos (como es de costumbre en el barrio) espiaban por las ventanas mientras los trabajadores cumplían con su tarea. Al pasar los días, comenzaron a llevar herramientas de albañilería, y aquel lugar de pastos secos, comenzó a desaparecer con el transcurso del tiempo.

Siete años han pasado desde que aquel lugar que fue testigo de encuentros entre amigos, y de sana diversión, se ha convertido en una Despensa-verdulería, regalería, y en departamentos donde habitan los que ahora son dueños de aquel pedazo de tierra valioso para aquellos traviesos que pasaron tardes enteras corriendo detrás de un fútbol.

A

Actualidad del lugar donde se encontraba hace 7 años “La canchita”.

unque ya pasó casi una década desde aquel día donde aquel lugar comenzó a trabajarse para ser un comercio, los jóvenes que algún día pudieron disfrutar de largas horas de juego entre amigos recuerdan que mientras que para muchos aquellos metros de tierra y pasto seco, eran horribles, tenebrosos, con bichos que picaban la piel, para ellos fue como “el paraíso” donde podían ser ellos mismos, sin importar las condiciones en las que se encontraba su querida “canchita”.

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