La muerte, única respuesta

Por María Paz Ferrero Gómez

No se muere quien se va,
solo se muere quien se olvida.

La acompañó a la terminal de Retiro un lunes 4 de julio que quedará en su memoria para siempre. Partía hacia Jujuy, donde le comentó se encontraría con un amigo que le había ofrecido trabajo, con lágrimas en los ojos la despidió. Le dijo que le avise cuando ya esté en Jujuy y que le mande muchas fotos.

Al otro día no recibió noticias, estaba con su esposa María del Carmen cuando sonó el teléfono, era ella, le pidió que le mande dinero para así poder sacar un pasaje y volver a casa. La madre no entendía lo que estaba sucediendo, ella solo decía “María, María no está bien”.

Sin mucha información Federico se dirigió a la comisaría 5ta de Hurlingham, para dar aviso de la desaparición de María Cash. Les comentó que su hija medía un metro setenta, tenía el pelo castaño y largo, sus ojos color café y un pequeño lunar en la mejilla. Pasaron 24 horas de eterna ausencia, entonces Federico y María del Carmen se apostaron en la puerta de la comisaría con la imagen de su hija María en el pecho.

Todos los días al mediodía empapelaban las calles con la foto de María, y ahí estaban María del Carmen, Federico y Máximo, su hermano, en la puerta de la comisaría. Las semanas dolían, la ausencia perforaba la vida de la familia, lo único que se sabía de ella era una grabación de una cámara de seguridad donde se la veía haciendo dedo en Salta. María del Carmen ya estaba entrando en un trastorno mental y no se la veía bien. Máximo se quedaba al cuidado de ella, así su padre podía viajar y recorrer las calles con la foto de María Cash.

Durante meses estuvo Federico recorriendo las calles de Salta, Jujuy y Tucumán. De María no se sabía más nada, y para Federico el alcohol era el único remedio que lo mantenía vivo y con esperanza para seguir la búsqueda de su hija. Una noche de regreso, cargado de impotencia por la ruta 152 de Salta ocurrió lo inesperado, el Renault Clío que conducía Federico chocó de frente contra un Peugeot 207 en el que viajaba un matrimonio. La policía lo reconoció inmediatamente ya que, desparramada, se veía una gran cantidad de folletos de María.

Máximo fue el primero en recibir la noticia, shockeado y sin respuesta se lo contó a su madre quien ya sufría un trastorno mental y alucinaba que su hija vivía con ellos. Al poco tiempo, también se murió María del Carmen de un ataque al corazón. Máximo, sin sus padres y sin hermana, continuó la búsqueda.

De María no se supo más nada, algunos dicen que fue la trata de personas, otros que ella también sufría trastornos mentales y algunos otros que se fue a Bolivia con un novio. Lo que sí se ve, es todos los días a las 12 del mediodía a Máximo con una imagen de María Cash en la puerta de la comisaría 5ta de Hurlingham.

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