Esa noche

Por Giuliana Denk

¿Te acordás de Nacho? O bueno, Julieta, el nombre que eligió después de sentirse mujer. ¿Te acordás? cómo en primaria los pibes la cargaban por no jugar al fútbol y quedarse con las chicas pintándose las uñas y haciendo tests de revistas.

Acordate de la bronca que le tenía el viejo, de aquella vez que la molió a palos por maquillarse y comprarse jeans de mujer. De la vez que le cortó el pelo mientras dormía, porque según él parecía un maricón, porque parecía una mina.

Su mamá la quería y la aceptaba. Pero le tenía cagazo al viejo, a su marido. Entonces nunca le hacía frente cuando le pegaba a Julieta, porque las veces que quiso defenderla le pegó a ella también. Pero de eso nunca le dijo nada.

Acordate cuando salió a bailar con vestido y tacones por primera vez, con las amigas, que unos pibes se la llevaron y no se supo nada de ella hasta el día siguiente, que la encontraron inconsciente y deshecha en el descampado de la ruta. ¿Te acordás?

Y cuando su viejo la echó de la casa por contarle a su mamá que quería hacer el tratamiento de hormonas y operarse, para hacer la transición definitiva. Esa noche la cagó a palos por última vez, y la echó.

Algunos dicen que se ahorcó, otros dicen que tuvo una sobredosis, hasta llegaron a decir que se tiró de los acantilados de El Chocón. También se dice que se fue a vivir a Buenos Aires, a capital, pero nadie sabe qué le pasó en realidad.

¿Te acordás cómo la buscamos después de esa noche?

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