Por Rosario Gómez
La instalación de una planta nuclear en la provincia de Río Negro ha sido un tema de largo debate durante el último período en varias zonas de la provincia. La llegada de la energía nuclear ha traído a la memoria colectiva los desastres ocurridos en ciudades como Chernóbil, punto de referencia a la hora de crear imágenes cinematográficas terroríficas acerca de malformaciones y locaciones abandonadas y desoladas de muerte. Un desastre como el ocurrido en el país ucraniano ha hecho pensar en cómo un lugar que anteriormente había estado lleno de vida, hoy sufre las consecuencias de la desolación y la contaminación radioactiva y talla en muchos el ejemplo claro de por qué este tipo de energías representan un peligro para la flora y fauna de la zona que se encuentre a su alrededor. Tras años de ese error humano ocurrido en 1986, se han tomado numerosas medidas en cuanto a la precaución de accidentes radioactivos, y es por ello que Río Negro ve una luz de esperanza si de su instalación se trata.
Según el INVAP, (quien lleva más de 40 años de trayectoria en el área nuclear con participación en proyectos nacionales e internacionales), el impacto ambiental de una central nuclear es extremadamente bajo, el material radioactivo puede ser contenido con múltiples barreras para que no llegue al medio ambiente. También cabe destacar que el impacto radioactivo en el público es diez veces menor que la dosis anual natural de radiación que recibimos todos, ya que la tierra es radioactiva, la comida también, y hasta las personas emitimos radiación. A esto se suma la visón del profesor Jukka Laaksonen, vicepresidente de Rusatom Overseas (filial de la corporación estatal rusa Rosatom,) quien dice que Argentina es competente en seguridad nuclear y radiológica y esto lo demuestra la experiencia operativa de más de cuarenta años en las centrales de Atucha y Embalse.
Mediante la aplicación de nuevas tecnologías, los accidentes radioactivos pueden prevenirse, incluso si el causante del problema llega a ser un factor de la naturaleza, como fue en el caso del Tsunami en Fukushima. Igualmente. Río Negro está lejos de sufrir un desastre de esa naturaleza, ya que la mayor parte de la provincia tiene bajo nivel de sismicidad, y no se presentan fenómenos extremos como maremotos y huracanes. Aparte, para poder prevenir que el contenido de los reactores afecte al exterior, se han instalado en prácticamente todas las plantas nucleares de nuestro país el equipamiento técnico y
tecnológico necesario para evitar todo tipo de accidentes, además de que se han realizado investigaciones profundas sobre las catástrofes naturales que pueden llegar a afectar las plantas nucleares y las medidas necesarias para protegerlas.
Otro ejemplo de cómo la energía nuclear es “afectiva” con el medio ambiente se debe a que esta puede remplazar la energía de fuentes fósiles y evitar así el efecto invernadero, uno de los mayores problemas ambientales de nuestros tiempos. La quema de petróleo, carbón y sus derivados para la obtención de energía pueden ser remplazados por la energía nuclear, ya que no depende de factores naturales y produce un volumen energético que no pueden generar otras energías. Cabe destacar que el desarrollo de este proyecto no implica la reactivación de la minería de uranio. Ya que el uranio necesario para la operación de la central sería importado.
Por último es importante romper con el mito de que la zona donde se instale la planta nuclear corre el riesgo de terminar como Chernóbil. Esto se debe a que la secuencia de eventos que desembocó en la destrucción de ese reactor no es posible en los diseños actuales de centrales nucleares y tampoco en el propuesto para la Quinta Central nuclear. Chernóbil fue un suceso histórico en cuanto a desastres nucleares, pero justamente por eso marcó una diferencia en cuanto al manejo y cambio de políticas de seguridad.
Las nuevas bases en tecnologías y técnicas de prevención aplicadas en seguridad nuclear en todo el mundo harán que la quinta central nuclear de Río Negro no represente un peligro para el medio ambiente, sino su extremo cuidado y ayuda, además de llegar a representar una verdadera inversión para el futuro de la provincia.