El detrás de escena de la feria

Por Dariana Brugues

Puestos colocados en la misma ubicación. Gente yendo y viniendo. El esfuerzo de estar más de diez horas en exposición a climas extremos. La satisfacción de tener un trabajo digno.

Los olores mezclándose. Todo comienza a las 4 de la mañana. Los clientes llegan más tarde. A las 5 de la tarde todo se desvanece sin dejar rastro. Esta escena se repite todos los sábados. La feria central que se realiza en la ciudad de Neuquén es un lugar de encuentro entre comerciantes y clientes que buscan adquirir objetos o alimentos más baratos. Allí se vende desde condimentos, verduras y quesos hasta elementos de ferretería, juguetes y ropa usada. Existe un amplio abanico de opciones con las que se puede encontrar recorriendo el lugar.

Todos los puestos de verduras están ubicados en forma circular y de cierta manera “rodean” a la feria. En el centro se pueden encontrar puestos que venden otros productos. También hay mantas tiradas en el piso en donde se comercia ropa usada y zapatillas, alrededor de estas mantas están sentadas en reposeras las mujeres que venden la ropa. La gente va y viene, muchos recorren incansablemente, otros llegan y compran en el primer puesto que ven. Hay familias completas que se llevan gran variedad de artículos, niños que lloran porque quieren algún juguete, parejas jóvenes que van en busca de verduras y personas mayores que se pasean pacientemente por todo el lugar con coloridos carritos de compra.

Los feriantes soportan temperaturas extremas en muchas ocasiones ya que la feria se desarrolla en el exterior, pero esto no impide que estén allí todos los sábados desde las 4 de la mañana a las 5 de la tarde aproximadamente. “Para tener mi puesto acá tuve que insistir mucho tiempo en la municipalidad pero después de unas semanas me lo dieron. Elijo estar acá porque es un trabajo digno y no dependo de nadie, pero a veces se hace difícil cuando hace mucho frio o está lloviendo”, contó Liliana, una comerciante de la feria.

La feria se lleva a cabo en el mismo lugar desde 2013, pero existe hace muchos años. Su función principal es ayudar a la economía social ya que es una salida laboral para aquellas personas que no pueden pagar un alquiler para vender sus productos. Este es el caso de Eneas Irango, más conocido como el zapatero de la feria. Él se dedica a la reparación de zapatos en general pero también arregla mochilas y camperas. El precio de su trabajo no es costoso, por lo tanto tiene muchos clientes: “Eel beneficio de estar acá es que puedo ayudar a que la gente cuide su bolsillo pero además tengo clientes fijos que ya me conocen, entonces vienen siempre”.

Hay muchos otros que como Eneas Irango ya tienen sus clientes fijos. Susana, una mujer mayor, se define como “la mejor clienta” de Lili, ya que todos los fines de semana elige comprar en el mismo puesto frutas y verduras. “A mí me gusta comprarle a ella, porque da placer verla atender con esa sonrisa, además es re simpática”, expresó.

La municipalidad es un factor esencial en la feria, que también dice presente todos los sábados. Hay inspectores municipales que van puesto por puesto con planillas y verifican que los feriantes se encuentren allí. Si una persona falta más de tres veces consecutivas o 5 en el año se les da de baja. Además, corroboran que no haya personas vendiendo ilegalmente en el lugar, como por ejemplo lo hacen los vendedores ambulantes. “Dentro del predio, se encuentran 456 puestos en los que está prohibido comerciar electrodomésticos o productos electrónicos usados, ya que es difícil constatar su procedencia” explicó el inspector municipal Álvaro Castillo.

Este lugar asegura un puesto de trabajo en el cual solamente se pagan 50 pesos por día. Con este dinero la municipalidad le paga a un servicio de limpieza para que quede todo en condiciones y para mantener la higiene de los baños. También los feriantes tienen que pagar su monotributo todos los meses, porque tenerlo al día es uno de los requisitos para poder estar ahí. Los otros requisitos son ser nativo de la ciudad de Neuquén o con residencia mínima de dos años, presentar el certificado de antecedentes, negativa de Anses y también una fotocopia del documento.

De esta manera se lleva a cabo la feria todos los fines de semana. Para muchos es una rutina que se repite. Otros pasan por ahí y simplemente deciden comprar algunas cosas. Este lugar de Neuquén se ha convertido en un lugar de encuentros: destino planificado para muchos, lugar de paso para otros.

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