Por Martina Sehmsdorf
Mis planes no eran quedarme hasta muy tarde. De hecho, pensaba escuchar solo un par de temas para tener más o menos idea de cómo era la banda. Eran las once y media de la noche y yo ya estaba lista para pasar a buscar a mi amiga e irnos a Charly Brown, un bar de Plottier donde tocaba NES. Esta banda es un tributo a Soda Stereo, el gran grupo que conquistó a la mayoría de los argentinos en parte de la década de los ’80 y los ’90, y también a mí. Si bien yo nací hace solo diecinueve años, Soda Stereo estuvo presente toda mi vida y llegó a ser parte de ella.
Pasé a buscarla y llegamos justo a tiempo para el inicio de esa gran noche. Las doce en punto y sonaban los primeros acordes de Juegos de Seducción, esos primeros acordes que te prometen una noche increíble, esos primeros acordes que me teletransportaban a la primera vez que escuché a conciencia a Soda Stereo. Esa vez que vi el recital “Me verás volver” del 19 de octubre de 2007, cuando la banda se presentó por última vez en el estadio de River. En mi mente yo escuchaba las primeras palabras de Cerati al comenzar el recital, “Por fin, una eternidad esperé este instante, ¿Saben que acorde es este? Sí! Bienvenidos…”.
No pensé que la voz del cantante iba a ser tan similar a la de Gustavo Cerati, sentía que estaba escuchando a Soda, sentía que mi sueño se cumplía.
Luego En la Ciudad de la Furia, Nada Personal, Prófugos, y un par de canciones más del gran repertorio que había seleccionado NES, llegó el momento de escuchar uno de mis favoritos. No sé si es la letra, la voz del cantante, o ese solo de guitarra al principio de la canción lo que me gusta tanto. A los segundos, estaba cantando a la par de “tenés que comprender que no puse tus miedos, donde están guardados y que no podré quitártelos si al hacerlo me desgarras”.
Mientras pasaban las horas, el cansancio no se apoderaba de mi cuerpo como suele pasarme la mayoría de las veces que salgo de noche. El tiempo pasaba y yo no me daba cuenta, eran las dos de la mañana y yo seguía con la emoción palpitante, apenas sonó la primera canción, tuve que comprender que las noches pasan y las cosas terminan. Para cerrar ese magnífico tributo, NES nos deleitó con Corazón Delator, ahora que lo pienso, también es de los mejores temas de Soda, como cuesta elegir uno solo… igual, ¿por qué elegir uno, si cada tema me transmite algo increíble y único.
NES me dio mucho más de lo que esperaba, cuando son bandas tributo me cuesta confiar, o pensar que va a ser parecido, entonces mis expectativas no son tan altas. En vez de escuchar solo un par de temas como tenía pensado, me quede toda la presentación, ¡y qué bien hice!, me llevé una sorpresa y una noche llena de música extraordinaria.