Por Ivo Freire
(Al abrirse el telón y prenderse las luces, debe haber una cama cucheta y una mesa de luz. Por el sector izquierdo ingresan Matías, Gustavo y Leo.)
GUSTAVO – (Se sube a la cama de arriba). Tendríamos que ir a robar la comida de la reunión del barrio… Tengo hambre.
MATIAS – Sí muchachos, hagamos algo. No nos quedemos acá, hay que aprovechar que el barrio está vacío. Además, acá adentro hace un calor. (Se hace aire con las manos)
LEO – Según mi papá esas juntas son al pedo, siempre se habla de lo mismo y nunca resuelven nada, total los chorros y las piedras no se terminan nunca. (Se sienta en la cama de abajo junto a Matías)
GUSTAVO – Bueno… Por algo las deben hacer ¿No?
MATIAS – ¡Eu delen! Salgamos arafue, o vamos al río.
LEONARDO – ¡Bueno, pará un poco! Quedémonos tranqui y después vamos.
(Por el mismo lugar ingresa Nicolás con las manos en los bolsillos, silbando).
NICO – ¡Hola pibes! ¿Qué hacen?
GUSTAVO – Naranja… ¿Vos? ¿Dónde estabas?
NICO – Vengo de la reunión del barrio, me tomé toda la gaseosa barata que debe salir diez pesos. Pero cuando venía para acá, no se imaginan a quién ví… La tetona está en su casa. No fue a la reunión.
LEO – ¡Si nunca va a las reuniones! Cada vez que pasás está colgando ropa o está sentada en el patio. Pero, después desaparece. Se encierra adentro.
MATIAS – ¡Qué tetas que tiene por dios! (Cierra los ojos y se agarra la cabeza)
NICO – El marido, ese suertudo del panadero, estaba hablando en la junta barrial cuando me fui.
GUSTAVO – O sea… (Sonríe) Está sola ¿No?
MATIAS – Sí. (Se miran)
GUSTAVO – Podríamos…
NICO – ¿Espiarla?
MATIAS – ¡Uy, dale!
NICO – La parte de su habitación siempre está descubierta, nos podemos esconder en los yuyos.
GUSTAVO – Dale.
LEO – ¿Son loquitos ustedes? ¿Y si los ve?
MATIAS – ¡Qué me importa! Corremos…
GUSTAVO – ¿No le querés ver la gomas, boludo? ¿Te vas a perder eso?
LEO – Entre mi viejo y el panadero está todo mal, no quiero armar quilombo.
NICO – ¡No seas cagón! No nos va a ver.
LEO – No, ni ahí. Después me cuentan. (Se retira de la escena)
MATIAS – Bueno… Que se cague. ¿Vamos?
NICO – ¡Vamos!
GUSTAVO – ¡Vamos nomás! (Aplaude)
(Matías, Gustavo y Nico se retiran de escena. Cae el telón).