Energía nuclear para hoy, daño ambiental para mañana

Por Luciana Avilés

Promotores de la producción de energía nuclear intentan instalar en el imaginario social los beneficios de apostar a estos emprendimientos. Afirman que es necesaria para cubrir la demanda de energía de una población que crece desmesuradamente, que su producción es barata, que los avances tecnológicos garantizan el cuidado de medioambiente, que genera puestos de trabajo, entre otras cosas.

Por los antecedentes de la energía nuclear, estas tácticas discursivas se vuelven necesarias. Pensilvania, Chernóbil y Fukushima dan cuenta del daño ambiental irreversible que conlleva la producción de esta energía.

Los accidentes producidos en las fábricas tienen como consecuencia la liberación de gases radioactivos a la atmósfera, esto no solo afecta a las personas que se exponen en esos lugares sino también a la tierra, al aire y al agua. La radiación permanece allí por años, los lugares se vuelven inhabitables incluso para la fauna y la flora autóctona.

El procedimiento para producir energía nuclear entraña riesgos en todo el mundo pero aún más en Argentina. Los voceros de  Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina  afirman que en nuestro país el riesgo es menor por tratarse de una región no expuesta a terremotos -como es el caso de Japón- sin embargo no tienen en cuenta los accidentes que se pueden producir por fallas humanas. El gobierno de Cambiemos es conocido por la desidia, la corrupción y el ajuste presupuestario. Nuestro presidente está involucrado en 214 causas judiciales. ¿Son estas las personas que garantizarán el presupuesto y la tecnología necesaria para evitar accidentes en las plantas nucleares?

Generar energía limpia, segura y renovable es una decisión política, apostar a energías que entrañen lo contrario, también lo es. Está en juego la vida de miles de personas y nuestro medio-ambiente. La urgencia del desarrollo intenta instalar los beneficios de proyectos que garantizan energía para hoy pero no aseguran un medio ambiente habitable para mañana. Las energías seguras y renovables existen y son variadas: eólica, solar, biomasa, mareomotriz. Requieren de mayor de mayor presupuesto pero constituyen una inversión a largo plazo. De este modo, una reconversión de la matriz energética generaría miles de puesto de trabajos y aseguraría un futuro habitable para la posteridad.

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